Hoy, no escucho mis plegarias,
aunque ayer eran poesía.
Hoy solo oigo a la gente
en la calle, peleando
por sus días.
Hoy solo oigo a la gente
en la calle, peleando
por sus días.
Lo oigo y veo,
en aquel parque donde
tu y yo eramos calor;
Y hoy, tu, estás demasiado lejos
como para calarme los huesos
de serotonina.
en aquel parque donde
tu y yo eramos calor;
Y hoy, tu, estás demasiado lejos
como para calarme los huesos
de serotonina.
Y ahora como mucho,
anhelo el hielo que dejaba
marca cada día.
anhelo el hielo que dejaba
marca cada día.
Ya no huyo del sentimiento,
que sea el sentimiento
quien huya de mi.
que sea el sentimiento
quien huya de mi.
Cual gato callejero
recorro las calles de Madrid.
recorro las calles de Madrid.
Aunque no te importe,
quiero que leas una falacia;
que estés lejos me duele,
pero prefiero mis metas
a las lagrimas perdidas.
quiero que leas una falacia;
que estés lejos me duele,
pero prefiero mis metas
a las lagrimas perdidas.
Cuando pienso
en correr y ser libre
me enamoro de los días.
en correr y ser libre
me enamoro de los días.
Rompiendo ese tramo
en el que las noches
fueron pasajeras,
la Luna ya no me recuerda
y en la soledad, la penumbra
me alumbra más que tu,
y esta tempestad,
de querer estar contigo.
en el que las noches
fueron pasajeras,
la Luna ya no me recuerda
y en la soledad, la penumbra
me alumbra más que tu,
y esta tempestad,
de querer estar contigo.
Las noches se quemaron,
como la inocencia de creer
que cada día tu me querías...
como la inocencia de creer
que cada día tu me querías...
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